
El p. Baghdassarians explica a Fides: "Los civiles inocentes siguen muriendo: ayer una madre cristiana armenia y su hija de 6 años, fueron asesinadas, mientras que el padre está gravemente herido en el hospital. En los últimos días, hemos contado 15 víctimas en nuestra comunidad greco católica. Hace ya dos días que no tenemos electricidad: es una consecuencia de la intensificación de los combates. Los grupos armados están ocultos en los edificios de los civiles; la población está aterrorizada", dice el sacerdote.
En medio de esta trágica situación, "nos encontramos con una verdadera emergencia humanitaria: miles de refugiados se hacinan en las escuelas y los únicos que se están ocupando de ellos son los sacerdotes cristianos de todas las confesiones, que les dan comida y asistencia. Los cristianos se están movilizando principalmente en la labor humanitaria, llevando ayudas a los refugiados que en su mayoría son familias musulmanas".
El Director Nacional lanza un llamamiento urgente: "Pedimos al mundo entero un atisbo de conciencia: detened la guerra, detened el comercio de armas, darnos la paz. Como ha dicho el Papa, el único camino posible para poner fin al derramamiento de sangre en Siria es la reconciliación".
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