
Por parte
de las almas, hay obligación de escuchar al pastor, y de parte de los pastores
el deber de ir a buscar, instruir y salvar almas.
Y esta
invitación se extiende a toda la
Iglesia misionera: los religiosos y los laicos. En algunos
casos ( o varios ) separamos la misión del supuesto “deber apostólico”. Tanto
algunos pastores del Pueblo de Dios como los fieles laicos, separan la misión
de la tarea habitual de la
Iglesia : “yo no soy misionero, pertenezco a tal grupo”.
Si no estoy
equivocado, aunque para algunos pueda ser que sí, ante los ojos de la mayor
parte de los sacerdotes y del pueblo, se ha nublado una elemental y gran
verdad: que la primera y fundamental función de la Iglesia es la
evangelización del mundo. ¿ con qué fin se fundó la Iglesia ? ¿ para que existe
si no para extenderse y establecerse en todos los pueblos y así guiarlos a la
vida eterna?
Conservar,
fortalecer, defender, acrecentar la fe en las almas ya ganadas para Cristo es
función fundamental de la
Iglesia.
¿ Se puede
afirmar que una de las primeras preocupaciones, los mayores esfuerzos del mayor
número de cristianos es la evangelización del mundo que aún no es de
Jesucristo?; no podemos afirmar esto, reflexionando como se juzga en general el
problema misional. ¡ Con cuanta dificultad se viven las misiones! Incluso como
se combaten las vocaciones misioneras!
Evidentemente
hay algo que no marcha, algún principio se perdió de vista y esto no es de
ahora, y se llegó a esta situación: la mayor parte del clero, obispos y
sacerdotes y de los fieles laicos, ignora y se despreocupa del problema
misional. Hagamos un exámen de conciencia.
P. Dante De
Sanzzi
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