Estas
palabras del título de la nota, la Sagrada Escritura se la atribuye al profeta
Isaías, que en principio se refieren al Mesías futuro, al siervo sufriente, a
Jesús, el Hijo de Dios.
El
cristiano de todos los tiempos tiene como singularidad, vivir preparado para
las pruebas. Así se puede servir mejor a Dios y a los hermanos.
En este
contexto nos detenemos en la figura de los santos. Hombres y mujeres que
vivieron una vida virtuosa, siguiendo las huellas y la enseñanza de Cristo.
Aquí
tenemos la figura del Padre Pio de Pietrelcina, sacerdote capuchino que
falleció en el año 1968, bastante contemporáneo, y luego de llevar las
cicatrices ( estigmas) de Jesús, durante 50 años. Con dolor y no poco sufrimiento;
y no solamente en lo físico, está también el dolor espiritual. El dolor de ser
burlado, incomprendido, rechazado, criticado.
El padre
Pio decidió darle sentido al sufrimiento. Fundó un hospital con grandes
donaciones llegadas de todas partes del mundo en plena Guerra Mundial. La casa
“Alivio del Sufrimiento”, en su comunidad de San Giovanni Rotondo, es para la
atención del débil, del solitario, del enfermo.
Que nos
acompañe el ejemplo de santidad de un hombre que es todo de Dios. Que nos anime
a llevar adelante, en nuestro cuerpo, los sufrimientos de Aquél que se digno
morir por nosotros. Así sea.
P. Dante De Sanzzi
@ompargentina
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