Del 5 al 10
de mayo se llevó a cabo la Asamblea Anual de los Directores Nacionales de las
Obras Misionales Pontificias, que se reúnen en el Colegio Salesiano en la
Ciudad de Roma.
En
realidad, debemos entender, así lo hablamos en dicha asamblea, cual es la
función real del Director Nacional. Lamentablemente, parecería que este rol
queda condicionado a sentar a alguien en un escritorio a juntar colectas. Es el
pensamiento de más de un sacerdote, laico y hasta de algún obispo. Lejos de
eso. Necesitamos llegar con el pastoreo a la mayor cantidad de almas posibles.
El Director
Nacional es un estrecho colaborador del Papa, el primer gran misionero de la
Iglesia, y el animador en las diócesis de su país.
También
vemos la necesidad de recuperar la figura del Director Diocesano. Es ayudar a
su obispo a evangelizar todos los ambientes diocesanos.
Vimos la
necesidad de trabajar en conjunto con las Conferencias Episcopales. Las Obras
Misionales no son ajenas a las otras actividades de la Iglesia. Se las ve
“independientes”, y debemos borrar esa imagen. Son pontificias. Responden a la
estructura de la Iglesia, que es misionera, sino “ no es la Iglesia del Señor”,
como tuve oportunidad de remarcar.
P. Dante De Sanzzi
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