Terremoto en Chile
Danos entrañas de misericordia….
Inspíranos el gesto y la palabra oportuna ante el hermano que sufre.
Acerquémonos a cada hermano chileno con la oración que sostiene y acompaña de cerca al que más sufre. Pongamos al lado de cada uno de los que han perdido sus seres queridos, su casa……, pongámonos al lado de aquellos que se sienten más solos y desamparados.
En este mes de marzo, mes dedicado a San José, podemos poner bajo su protección a todos los hermanos chilenos que fueron afectados por el terremoto. Él ha vivido situaciones humanas muy difíciles de sobrellevar y confió, esperó y siguió creyendo que Dios sigue estando presente en medio de las más grandes oscuridades e incertidumbres.
Glorioso Patriarca San José, cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, a fin de que tenga una feliz solución. Mí bienaventurado Padre: toda mi confianza esta puesta en ti. Que no se diga que te he invocado en vano. Y puesto que puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén
El “vía crucis” que rezamos durante el tiempo cuaresmal, es figura de cada Cristo sufriente de nuestro mundo de hoy, es también camino doloroso, donde se afianza la fe y la fortaleza en las dificultades, donde se crece en la paciencia y el amor gratuito. Recemos para que con la mirada fija en Jesús, las personas de este querido país hermano, puedan cargar con esta cruz sin desfallecer.
Que María, Nuestra Madre de Luján, a quien invocamos con plena confianza en los momentos más difíciles de nuestra vida, acompañe y consuele al pueblo chileno en este tiempo de prueba.
Pbro. Osvaldo Leone
Director Nacional
Obras Misionales Pontificias
República Argentina
Danos entrañas de misericordia….
Inspíranos el gesto y la palabra oportuna ante el hermano que sufre.
Acerquémonos a cada hermano chileno con la oración que sostiene y acompaña de cerca al que más sufre. Pongamos al lado de cada uno de los que han perdido sus seres queridos, su casa……, pongámonos al lado de aquellos que se sienten más solos y desamparados.
En este mes de marzo, mes dedicado a San José, podemos poner bajo su protección a todos los hermanos chilenos que fueron afectados por el terremoto. Él ha vivido situaciones humanas muy difíciles de sobrellevar y confió, esperó y siguió creyendo que Dios sigue estando presente en medio de las más grandes oscuridades e incertidumbres.
Glorioso Patriarca San José, cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, a fin de que tenga una feliz solución. Mí bienaventurado Padre: toda mi confianza esta puesta en ti. Que no se diga que te he invocado en vano. Y puesto que puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén
El “vía crucis” que rezamos durante el tiempo cuaresmal, es figura de cada Cristo sufriente de nuestro mundo de hoy, es también camino doloroso, donde se afianza la fe y la fortaleza en las dificultades, donde se crece en la paciencia y el amor gratuito. Recemos para que con la mirada fija en Jesús, las personas de este querido país hermano, puedan cargar con esta cruz sin desfallecer.
Que María, Nuestra Madre de Luján, a quien invocamos con plena confianza en los momentos más difíciles de nuestra vida, acompañe y consuele al pueblo chileno en este tiempo de prueba.
Pbro. Osvaldo Leone
Director Nacional
Obras Misionales Pontificias
República Argentina
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