Una obra destinada a que ninguna vocación se pierda por no contar con los medios necesarios para su discernimiento y formación.
La Obra Pontificia de San Pedro Apóstol tiene por objeto contribuir al crecimiento del clero local en los países de misión y ayudar a la formación de los sacerdotes y de las religiosas y religiosos, de forma que ninguna vocación se pierda por falta de medios materiales.
El origen de la misma lo encontramos en la iniciativa de dos mujeres seglares, Juana y Estefanía Bigard, en 1888. Quienes, al conocer la obra de los misioneros, se convencieron de que una comunidad cristiana local no puede convertirse plenamente en Iglesia sin un clero autóctono: obispos, sacerdotes, religiosas y religiosos que dieran valor a la riqueza de las tradiciones locales y predicaran el Evangelio en el ámbito de su misma cultura.
En 1922, fue proclamada y aprobada por la Santa Sede como Obra Pontificia. De esta manera es una institución al servicio del Papa y del Colegio de Obispos. En virtud de su ministerio de Pastor Supremo de la Iglesia y en comunión con todos los Obispos del mundo, el Santo Padre tiene, mejor que cualquier otro, una visión global de las necesidades de todas y de cada una de las Iglesias locales.
Es S.S. el Papa es quien recuerda a los otros Pastores su responsabilidad misionera universal y los invita a participar a un esfuerzo común entre ellos y junto con Él en vista de la evangelización del mundo. El Papa ejerce su autoridad sobre las Obras Misionales Pontificias a través de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos .
Nuevo Secretario Nacional : El P. Jorge Requelme, Director Diocesano de de las OMP y Formador del Seminario Mayor de San Miguel, ha sido designado como Secretario Nacional de la Pontificia Obra San Pedro Apóstol (OSPA)
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