Avanzar, caminar hacia la Vida, hacia la Pascua, hacia la Resurrección. Algo de esto es la Cuaresma. En realidad, toda la existencia cristiana es peregrinaje hacia el encuentro del Padre, siguiendo las huellas de Cristo, bajo la fuerza del Espíritu…es misión.
La Iglesia en este tiempo nos propone la práctica de tres elementos la limosna, la penitencia y la oración, que me parece podemos conectarlas a la reflexión de Sebastián Fuster Perelló, o.p, quien compara la cuaresma con el DESIERTO, lugar de paso, de dificultades, de encuentro:
El Desierto, lugar de paso
“El desierto es lugar de "paso". La experiencia de desierto es un estímulo permanente a vivir el sentido de lo provisional. Estamos de paso. Nacemos, crecemos, morimos... Vivimos como peregrinos. Importa relativizar la existencia, dando ciertamente valor a cada cosa, pero siempre en orden a lo único Absoluto. Lo importante es realizarse, "ser". Desprenderse del peso inútil de tantas cosas superfluas para poder aligerar la marcha. Calcular bien qué poner en la mochila para que sea útil y no estorbe la escalada hasta la cima”.
¿Y qué es la LIMOSNA sino un medio de ser solidarios con otros sabiendo que la felicidad no está en los bienes de este mundo sino en alcanzar a Dios, nuestra alegría
El Desierto, lugar de dificultades
"Empujado por el Espíritu marcha Jesús al desierto, donde es tentado por el Diablo. Además de provisional, el desierto es también lugar de dificultades. El desierto fue para los israelitas tiempo de tentación y de crisis, durante los cuales Yahvéh puso a prueba su fidelidad . Cristo superó las tentaciones, no por ser "Dios", sino por "dejarse llevar del Espíritu".
Y la PENITENCIA, ¿no es una forma de vencernos a nosotros mismos, a nuestras dificultades, para ser felices con Dios en compañía de nuestros hermanos?
El Desierto, lugar de encuentro
“El desierto es lugar privilegiado para el encuentro con Dios. Allí, en el desierto, es donde Israel celebró las grandes teofanías. Allí se reveló a Moisés y a Elías. Al desierto se retiraba Jesús para hablar en la intimidad con su Padre, a quien llamaba Abba , porque a Dios se le encuentra en el silencio”
¿Cómo nos ayuda la ORACION más profunda en este tiempo, para encontrarnos con Dios y poder llevarlo a los hermanos, a los niños, adolescentes, animadores que tenemos a nuestro cargo y a los del mundo entero?
En esta Cuaresma, como comunidad, vamos a caminar hacia el Dios de la Vida, preparando juntos el 1er. Encuentro de Infancia y Adolescencia Misionera, cuyo lema es “ Unidos a Jesús, misioneros de la Vida.” Animémonos desde nuestros servicios en la IAM, a vivir con intensidad la oración, ofrecer lo negativo que cada día traiga aparejado, servir a nuestros hermanos, regalándoles nuestro tiempo, nuestros dones y nuestra cooperación material. Lo único que nos pide Jesús, es dejarnos alcanzar por El, estar disponibles a los hermanos, dejar que su Espíritu nos envuelva, escuchar y servirlos desde la misión.
Que cada uno de nosotros podamos hacer una rica experiencia de vivir esta tiempo cuaresmal con gestos que sean Vida y servicio misionero para cada hermano. Que Dios nos regale la gracia tener un corazón misionero cada vez más parecido al suyo. Y que gocemos de una hermosa y alegre Cuaresma, descubriendo a Dios que camina a nuestro lado.
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