Sentido y valor de la misión.


 “¿Qué son las misiones? Las misiones son la Iglesia que, obedeciendo al mandato de Jesucristo, va tomando posesión del mundo. Los triunfos, los peligros, las penas, las necesidades de las misiones, son los triunfos, los peligros, las penas, las necesidades de la Iglesia”. Este texto del año 1914 resume muy bien la conciencia misionera del P. Manna, fundador de la Pontificia Unión Misional del Clero: la conversión del mundo es la tarea primaria de la Iglesia. Volvemos a encontrar las mismas ideas en todos los textos antes de su viaje a Oriente. La misión es “extender el Reino divino sobre la tierra”, es la “continuación de la obra de Jesucristo”, es “el canal por el cual corre y se expande la fe cristiana sobre la tierra”, es “Jesucristo que va de un lado a otro, de pueblo en pueblo, a predicar el Evangelio del reino”, es “Jesucristo que va en búsqueda de todas sus ovejas, para conducirlas al redil de su Iglesia”, es “someter a todos los hombres a su dulce imperio y llevarlos a la verdadera civilización cristiana”.
Una concepción más articulada será desarrollada por Manna con la “Conversión del mundo infiel”. Publicado en 1920, este texto se impondrá como el ideal de todo agente de pastoral misionera. Su carácter catequético permite dar al término toda su precisión; después de ligarla  a la misión que Jesús ha recibido del Padre, Manna aclara el sentido según cuatro significados, a saber: “Misión es ante todo el oficio que confía quien manda, por lo cual se dice “Salvar las almas es la verdadera misión del sacerdote”. El ejercicio de este oficio se llama también Misión; así se dice “Hacer o predicar una misión”. Se dice Misión un lugar, una región, dentro de cuyos límites debe desenvolverse la obra de quien es mandado a predicar, y, en este sentido, se dice “la Misión tal o cual”. En fin, Misión se toma también para designar la corporación misma de los enviados”.

Pbro. Dante De Sanzzi        
Secretario Nacional PUM (Pontificia Unión Misional)

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