Yo, tuve la gracia de nacer en una familia muy
religiosa, que me dio bases en la fe y
me dio elementos que me sirvieron en mi
camino eclesial.
Al mismo tiempo, fui educado por los padres
mercedarios españoles. También estudié en un colegio de las hermanas
mercedarias.
Todo eso me ayudó
para participar en la Iglesia local, siendo el primer trabajo pastoral como acolito.
A los 12 años conocí la Pontificia Obra de la Infancia Misionera, la IAM, el amor de mi vida.
Allí, por primera vez, escuché hablar de misión más
allá de las fronteras y descubrí que la Iglesia está presente en todo el mundo.
Hasta el momento yo solo pensaba en una Iglesia local.
A los 15 años, cuando recibí el Sacramento de la Confirmación,
atendiendo a la invitación de un tío sacerdote, participé de un encuentro
vocacional.
Me sentí animado, y pedí ser acompañado por los
padres mercedarios.
Después de un largo discernimiento, entré en el
seminario un 7 de febrero de 1997.
Como seminarista, continué trabajando con la IAM y
ella me fue abriendo camino: llegué a ser el coordinador diocesano de la IAM.
Como sacerdote, pase a ser coordinador en mi región. Estando en esa misión, en el año 2010, el equipo nacional de Obras
Misionales Pontificias de Brasil, me llamó a trabajar a nivel nacional como secretario de la Propagación de la Fe.
En ese mismo año 2010, recibí la trágica noticia de
la muerte de mi hermano, el padre Edson que en ese momento era el Secretario
Nacional de la IAM de Brasil. Su muerte me dejó
muy triste y al final del año, el
Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias de Brasil me pidió ser secretario Nacional de la IAM. Esta
invitación fue para mí, un motivo de mucha
responsabilidad, porque tenía que continuar con el trabajo que estaba siendo
hecho con mucha sabiduría y responsabilidad por el Padre Edson.
Seguí en esta misión en la
IAM con muchas ganas de crecer y dar lo
mejor de mí a las Obras Misionales, trabajando en esta Obra, la Obra de la IAM que tanto amo y que me
hace estar en comunión con las otras
Obras Pontificias y asi, crecer juntos con mis hermanos Secretarios Nacionales
de la IAM de Chile, Paraguay, Uruguay y
Argentina, teniendo siempre en el corazón a todo el mundo.
Muchas gracias a todos los oyentes de la radio, les
pido recen por mi mision y por los niños y adolescentes de Brasil, Argentina y
del mundo entero y con mucha alegría les
dejo la bendición de Dios, en mi lengua:
Pela intercessao de sao Francisco Xavier, e santa Teresinha do
Menino Jesus, desça sobre todos voces e suas familias a bencao de Deus Todo
Poderoso: Pai, Filho e Espirito Santo. Amem
De todas as
crianças e adolescentes do mundo, sempre amigos
De los niños y adolescentes del mundo, siempre
amigos!
Pe André Luiz de Negreiros
Secretario
nacional IAM de Brasil
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