Con
mucha alegría acepté la invitación de la diócesis de Jujuy para participar
de la Jornada Nacional de la IAM , la cual se realizó el
sábado 18 de agosto.
Cerca
de 800 niños, adolescentes y animadores participaron de los distintos momentos
de la Jornada. Fue
hermoso ver a todos tomar parte en las dinámicas, reflexiones y actividades en
torno a la figura de Jesús, de su Madre,
y en torno al lema de la diócesis: “Jesús, Palabra de Vida, espera nuestra
respuesta de fe”
A
lo largo de la Jornada
hubo momentos de juego, reflexión, que ayudaron mucho a celebrar cada momento
con la presencia de Dios y la fraternidad. Se rezó mucho, siendo muy profundo y
conmovedor el momento de la procesión por las calles del lugar donde se hacia
la jornada, donde en gesto plenamente misionero yd e comunión, nos unimos a los
monaguillos que estaban celebrando su jornada anual. La Misa, presidida por el
obispo de Jujuy, Monseñor Daniel
Fernandez, fue una verdadera fiesta de
muchísimos niños, jóvenes y adolescentes alabaron a Jesús y rezaron por las
necesidades de todos los niños y adolescentes del mundo.
Fue
hermoso ver las distintas comunidades de la IAM alabando a Dios, siendo y haciendo
muchos amigos para El.
Posteriormente,
el día domingo visité dos comunidades de la IAM de Jujuy junto a la Hna.
Facunda y a Ismael. Además del rico
almuerzo y cena compartidas, vivimos
hermosas experiencias del trabajo de la IAM en Jujuy, Tilcara, Volcán, donde la
IAM vibra y contagia vida . Fueron momentos muy emotivos y de fuerte de presencia de Dios.
Quiero
agradecer a todos los que colaboraron para la realización del encuentro, a cada
uno de los que hicieron que todos nos me
sintiéramos muy felices de participar. Particularmente a la hermana Facunda,
directora diocesana de Jujuy, a Ismael Salas, delegado diocesano de la IAM que con mucha alegría y
sencillez, acompañan y ayudan a los animadores.
Especialmente un GRACIAS grandote a cada uno
de los animadores, por todo el trabajo de la Jornada (que fue grande y llevó mucho tiempo previo de organización que dio sus
frutos), pero también por lo que hacen cada día con mucha alegría y generosidad
y a veces con mucho sacrificio a favor
de la Infancia
y Adolescencia Misionera. Sin ustedes la
IAM no podría crecer ni fortalecerse. Dios los bendiga especialmente
en este año de de preparación al cumpleaños de la IAM.
De los niños y adolescentes del mundo, ¡
siempre amigos!
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