Aleppo
(Agencia Fides) - "El ambiente es muy tenso. Esta mañana a las 10, algunos
grupos de rebeldes armados han entrado en el barrio de Sheik Maqsoud, en
Aleppo, donde viven muchos kurdos y cristianos, y se están produciendo combates
violentos. En nuestro barrio cristiano de Suleimanye he podido contar 18
fuertes explosiones. Algunos grupos rebeldes han penetrado en otras zonas
cristianas como Jabrie y por lo tanto la vida de la población civil en medio
del fuego cruzado, está en grave peligro": es el dramático testimonio que
el padre Jules Baghdassarians, sacerdote greco-católico de Aleppo y Director
Nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Siria, ha podido
comunicar a la Agencia Fides, mientras que las fuerzas de la oposición han
anunciado el inicio de la "batalla final en Aleppo".
El p. Baghdassarians explica a Fides: "Los civiles inocentes siguen muriendo: ayer una madre cristiana armenia y su hija de 6 años, fueron asesinadas, mientras que el padre está gravemente herido en el hospital. En los últimos días, hemos contado 15 víctimas en nuestra comunidad greco católica. Hace ya dos días que no tenemos electricidad: es una consecuencia de la intensificación de los combates. Los grupos armados están ocultos en los edificios de los civiles; la población está aterrorizada", dice el sacerdote.
En medio de esta trágica situación, "nos encontramos con una verdadera emergencia humanitaria: miles de refugiados se hacinan en las escuelas y los únicos que se están ocupando de ellos son los sacerdotes cristianos de todas las confesiones, que les dan comida y asistencia. Los cristianos se están movilizando principalmente en la labor humanitaria, llevando ayudas a los refugiados que en su mayoría son familias musulmanas".
El Director Nacional lanza un llamamiento urgente: "Pedimos al mundo entero un atisbo de conciencia: detened la guerra, detened el comercio de armas, darnos la paz. Como ha dicho el Papa, el único camino posible para poner fin al derramamiento de sangre en Siria es la reconciliación".
El p. Baghdassarians explica a Fides: "Los civiles inocentes siguen muriendo: ayer una madre cristiana armenia y su hija de 6 años, fueron asesinadas, mientras que el padre está gravemente herido en el hospital. En los últimos días, hemos contado 15 víctimas en nuestra comunidad greco católica. Hace ya dos días que no tenemos electricidad: es una consecuencia de la intensificación de los combates. Los grupos armados están ocultos en los edificios de los civiles; la población está aterrorizada", dice el sacerdote.
En medio de esta trágica situación, "nos encontramos con una verdadera emergencia humanitaria: miles de refugiados se hacinan en las escuelas y los únicos que se están ocupando de ellos son los sacerdotes cristianos de todas las confesiones, que les dan comida y asistencia. Los cristianos se están movilizando principalmente en la labor humanitaria, llevando ayudas a los refugiados que en su mayoría son familias musulmanas".
El Director Nacional lanza un llamamiento urgente: "Pedimos al mundo entero un atisbo de conciencia: detened la guerra, detened el comercio de armas, darnos la paz. Como ha dicho el Papa, el único camino posible para poner fin al derramamiento de sangre en Siria es la reconciliación".
Comentarios
Publicar un comentario