Con alegría
en el Señor Jesús, volvemos a ver que las puertas del infierno no prevalecen
sobre la Iglesia.
En este día
histórico, y lleno del Espíritu Santo de Dios, por bondad infinita del Padre,
nos hacen el regalo de un nuevo Sumo Pontífice.
El Cardenal
Jorge Mario Bergoglio, quién fuese Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la
Argentina, llega a la Cátedra de Pedro, para realizar lo que siempre hizo ante
los ojos de Dios: servir a los hermanos.
Con sabiduría
y prudencia, cualidades que le reconocemos al Nuevo Papa, dirigirá los destinos
de millones de católicos, que esperan afanosamente la palabra del Pastor, el
alivio en sus dificultades, la sencillez en su andar, la humildad y alegría en
el servicio, ver al hombre de oración.
Seguramente
nuestro querido Pastor seguirá la misión del Salvador: la de ir bendiciendo,
animando y evangelizando a cada oveja que se presente en el camino.
Es un motivo
de gozo ver y sentir que el Espíritu sigue animando a su Iglesia. Gozo para el
mundo, gozo para nuestra Latinoamérica, y gozo para todo hombre que en esta
tierra todavía no descubrió el amor de Dios.
Confiamos
infinitamente en la Gracia del Padre. En la tarea ardua y difícil, pero llena
de alegría y esperanza que llevará adelante nuestro querido Papa Francisco I.
Desde las
Obras Misionales Pontificias de la Argentina, imploramos la bendición de Dios.
Y que la misión de nuestro Santo Padre sirva para reflejar la misión del
Salvador.
Afectuosamente en Cristo,
misionero del Padre.
Padre Dante De Sanzzi
Dir. OMP Argentina
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