Reflexión
del Padre Dante De Sanzzi*
Con esta frase el
Señor Jesús se va despidiendo de sus discípulos que ya sentían el dolor de la
ausencia y la inseguridad.
Lo encontramos en
los evangelios. Siempre ha habido en el mundo luchas, pero precisamente
“morimos” si no luchamos.
El Señor es el
mejor Maestro que tenemos para aprender a enfrentar las dificultades. Cuando
habla de vencer al mundo, habla de vencer al pecado, el odio, la
discriminación, la persecusión por un ideal, la esclavitud, los arrebatos del
mal.
Existió en esa
época y lo padecemos hoy a diario. Estamos rodeados de inseguridad y violencia.
No sabemos, en más de una ocasión, para que lado ir. Y aquí entra en juego la
Palabra de Dios, que como lo dice la Carta a los Hebreos es “viva y eficaz como
espada de doble filo”.
Felices lo
pobres, los pacientes, los misericordiosos, los que practican la justicia y
aman la paz; serán llamados hijos de Dios. Es el espíritu de las
bienaventuranzas.
En el Sermón de
la montaña (Mt 5), el Señor nos deja el manual de vida. En este mundo perfecto,
gracias a su creación, pero convulsionado por las discordias y guerras (incluso
en nuestras actitudes diarias) el Padre sigue teniendo una mirada
misericordiosa y sigue creando. Nos ama y nos anima.
Es la virtud del
buen misionero: evangelizar con las obras, elevar el espíritu hacia el Padre,
pregonar la paz entre los hermanos, saber callar en el momento justo, hablar
cuando el Espíritu Santo de Dios me lo manifieste. En definitiva, pensemos: “lo
cortés no quita lo valiente”.
Calma, reflexión
y una vida espiritual más plena. Con Jesús, podemos vencer las cosas malas del
mundo. Así sea.
*Director
Nacional OMP
Agradesco a Dios,esta reflexion que te inspiró Padre, es verdad, mas tiempo de estar con EL,nos dará dias mas misericordiosos,de hermandad y valores.Rezo por su Misión y la de tantos misioneros que silenciosamente son sal en la tierra.Gladys.
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