11 de julio, San Benito Abad



Celebramos en esta fecha la memoria del este gran Padre de los monjes, san Benito.
Nacido hacia el año 480, recién en el 530, ya maduro, comienza a vivir y mostrar la Regla y forma de vida que Dios le hace descubrir para llevar un mensaje de salvación a los pueblos y las gentes de Italia y luego de toda Europa, donde se lo venera como su Patrono.
“No anteponer nada a Dios” es una de las consignas de Benito que deja a sus primeros seguidores y luego nos llega por medio de escritos y pensamientos del santo. En primer lugar es ocuparnos de servir al Padre en todas nuestras empresas. San Benito nos enseña que debemos servir a Dios en nuestros ambientes.
“Rezar y trabajar” es otra de sus enseñanzas. El cristiano debe cumplir con una de estas tareas sin abandonar la otra. También es un arma de lucha contra el mal. Sabemos que el demonio actúa, entonces trabajando y orando quitamos el aburrimiento, los malos comentarios y la pérdida de tiempo.
Este gran Padre de los monasterios conoció la tentación. Y nos explica como expulsar los malos espíritus: “La Santa Cruz sea mi luz, no sea el demonio mi guia; retírate satanás, no me aconsejes cosas malas, son malas cosas que brindas; bebe tú esos venenos”.
Con esta oración es considerado el gran hombre de Dios que nos acompaña en las angustias de todos los dias.
Recemos a Dios, venzamos la tristeza, el desánimo y las malas costumbres; unamos a sus pensamientos el pedido del apóstol Pablo: “Las malas compañias corrompen las buenas costumbres”. Hagámonos eco de estas enseñanzas. Así sea.

P. Dante De Sanzzi
Director Nacional OMP

San Benito de Nursia (c. 480-543), de un detalle del fresco de Fra Angelico, Basílica de San Marco, Florencia (c. 1400-1455)

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