Estimados amigos, el Santo Padre Francisco
nos propone como oración misionera, en este mes que comenzamos a vivir, que
elevemos una súplica “para que los cristianos perseguidos puedan testimoniar el
amor de Cristo”.
En verdad debemos en este tiempo rezar mucho
por la perseverancia, paciencia y fortaleza, de nuestros hermanos que deben
mostrar con sus vidas, que el Señor está vivo, y que es el autor de la vida y
que rechaza todo tipo de violencia.
Siempre hubo en la Iglesia persecución. Desde
la primera comunidad cristiana de los apóstoles de Jesús, que sabemos, por
medio de la Escritura, todas las vicisitudes que fueron pasando sus discípulos.
El gran apóstol Pablo lo testifica: "peligros
en el mar, de noche y de día, con hambre y sed, con fuertes ayunos y cárceles,
y sumado a todo esto, la preocupación por las Iglesias”(2 Cor. 11).
En verdad se necesita mucha fortaleza para
tolerar las injusticias que no pocas veces invaden a los cristianos,
principalmente en campos de misión. Hoy podemos pensar en países de África,
Asia e incluso en nuestro continente americano. Entonces nos preguntamos: ¿qué
nos queda? Y la respuesta es :el amor. Ese amor de caridad que no debe apagarse
nunca.
Esto nos pide como intención el Papa
Francisco. Recemos para que los hermanos y amigos, en medio de guerras,
desigualdades y persecuciones, perseveren firmes en la fe y generosos en el
amor. Así sea.
P. Dante De Sanzzi
Director de OMP Argentina
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