Sabemos de
la importancia que tienen estos momentos. El reunirse, el compartir, el
debatir, son cosas que nos hacen crecer y que durante mucho tiempo estuvo
ausente en la Iglesia.
Hoy se va
descubriendo un nuevo amanecer misionero. La dura realidad en ciertos aspectos
de la vida, nos hace acercarnos más a lo Trascendente, lo espiritual, lo
eterno. A la vez, y ya cuando vamos descubriendo algo mejor para nuestra vida, necesitamos contagiarlo a los otros.
Eso palpé
en nuestro Cuarto Congreso Misionero que desarrollamos el fin de semana pasado
convocando a los equipos de misión que trabajan en conjunto con su director
diocesano. Y fue muy rico el ir decubriendo que la vocación misionera no se
estanca, no se apaga, se mantiene encendida.
La gran
cantidad de religiosas y sacerdotes, la participación entusiasta de
seminaristas y familias, nos deben poner
en tensión misionera.
La Nueva
Evangelización, en este mundo secularizado y superpoblado, nos hace pensar que
la misión ad-gentes está en sus comienzos y es el gran desafío. Precisamente
temas que hemos escuchado y meditado en esos dias.
Agradezco
de corazón todo el servicio de la Iglesia diocesana de San Fernando del Valle
de Catamarca: su obispo, su equipo diocesano organizador, los jóvenes
servidores y las familias anfitrionas. Todos hicieron posible que el encuentro
entre hermanos misioneros sea del agrado del Señor.
Nos ponemos
en marcha a vivir con entusiasmo y generosidad el octubre misionero y nos
disponemos a participar, aunque sea a distancia y con la oración, del próximo
Congreso Misionero Continental a realizarse en Maracaibo, Venezuela en el mes
de noviembre. Fortalecidos desde nuestra Iglesia Argentina sigamos caminando
hacia la meta propuesta: llevar la Buena Noticia más allá de las fronteras. Un
saludo a todos.
P. Dante De Sanzzi
Director Nacional OMP Argentina
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