En noviembre rezamos por esta intención misionera

Como todos los meses del año, el Santo Padre nos propone una oración por las misiones.

En este mes que comenzamos, el Papa Francisco nos pide orar “para que como fruto de la Misión Continental, las Iglesias en América Latina envíen misioneros a otras Iglesias”.
Este pedido, que a la vez podemos llamarlo mensaje, es del Papa a las comunidades y diócesis de nuestro continente americano, que de por sí es bastante generoso en lo concerniente a la misión y al envío de misioneros a otra parte del mundo.

Como misión continental interpretamos que toda América esté en estado permanente de misión, y que también dé misioneros con generosidad.
Sabemos que no sobran los pastores del pueblo de Dios en nuestras zonas, y esto es bien conocido en nuestro país. Vivimos una crisis de falta de vocaciones a la vida consagrada en general, llámese sacerdocio o vida religiosa. Pero también tenemos que tener la capacidad de ver un poco más allá de nuestras necesidades, entendiendo y descubriendo que otros lugares están más necesitados. Y aquí se pone en juego la misión y el envío de misioneros a otras iglesias.

Nos cuesta mucho descubrir o entender que la Iglesia del Señor es solo una. Que si bien un sacerdote se ordena en función de cubrir una tarea en una diócesis en particular, debe estar abierto y disponible a servir donde el Señor pida o necesite.
Esta apertura es clave en los obispos. Dios no se deja ganar en generosidad. Lo vemos a diario. Y siempre compensa.

Por todo esto, es interesante comenzar a entender el mensaje de la Conferencia de Aparecida, en Brasil, cuando buena parte del Episcopado Latinoamericano descubre la misión en todos los ambientes.
Pidamos a Jesús, el gran misionero, toque los corazones de otros misioneros y de quienes les compete enviarlos. América Latina está capacitada para ayudar y  enviar mensajeros de la Buena Noticia. Otros hermanos la están esperando. Así sea.


Padre Dante De Sanzzi

Dir. de OMP Argentina

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