19 de marzo. Solemnidad de San José



En este día, celebramos al patrono universal de la iglesia. El esposo de María y el padre adoptivo de Nuestro Señor.
Poco hablan los Evangelios de José. Incluso el mismo Dios le habla más en sueños. El secreto de la santidad de este hombre es saber escuchar en esos sueños lo que Dios le pide.

Sobresale en José la obediencia, la humildad, la paciencia en el sufrimiento. El creer en Dios incluso cuando no se lo entiende. No es una postura de servilismo o de obsecuencia. Es creer que debe “salir” de su tierra, cumplir una misión, cuidar del Hijo de Dios y de su santísima madre, es no dejar de lado el papel de padre de familia.

San José dejó de lado sus criterios y comodidades para servir a los demás. De manera especial, de servir a Dios. Esta es una de sus tantas enseñanzas que nos deja como herencia.
Salir de su tierra, trabajar de carpintero, cumplir un oficio, tomar por esposa una mujer que “concebirá por obra y gracia del Espíritu Santo”, educar al niño Dios, velar por la Santa Iglesia naciente. Para todo esto, Dios necesitó un hombre justo y silencioso, de la estirpe de David, del pueblo elegido, Israel, y en alguien en quien puede confiar.

Le pedimos al último Patriarca del Antiguo Testamento que interceda por nosotros; que nos dé fuerzas y sabiduría para saber escuchar y discernir; que se sostengan santamente las vocaciones sacerdotales que tanta falta hacen. Y que la Iglesia siga esta lucha contra el espíritu del mal.
Que San José nos ayude a seguir juntos como familia cristiana, a ejemplo de la Sagrada Familia de Nazareth.
   


P. Dante De Sanzzi

Comentarios