Del sábado 22 al lunes 24 de marzo, se llevó
a cabo en esta Sede Nacional de las Obras Misionales Pontificias, este
importante encuentro de los delegados que cada diócesis del país tiene en su
pastoral misionera.
Si bien es importante remarcar el fervor y
las ganas de cada delegado, para hacer una Iglesia misionera mejor, cabe
señalar los contenidos tratados en dicho encuentro y las conclusiones que
dejaron el mismo.
Sabemos de la importancia de la Exhortación Apostólica
del Papa Francisco, Evangelii Gaudium, que muestra la alegría de llevar el
Evangelio, la Buena
Noticia , a todos los confines de la tierra. Esto es propio
del misionero: no puede faltar la alegría y el gozo por tamaña responsabilidad.
E intentamos desde el Encuentro, adquirir esta ansia y el conocimiento de la
doctrina cristiana cuando debemos llevar el mensaje.
Remarcamos también el espíritu de solidaridad
que no debe faltar en cada diócesis y región pastoral. Trabajar mancomunados,
en unión, unos con otros. Quedó claro que la Iglesia es una, con sus luces y sombras, y que
esa unión es la que le da sentido a la misión de cada uno.
Se tiene que hacer más hincapié en el
acompañamiento de los equipos diocesanos de misión. Trabajar en conjunto con el
Director Diocesano y con las otras pastorales diocesanas, descubriendo que hoy
toda tarea de evangelización lleva la impronta misionera.
Fueron ricos y aprovechados los momentos de
espiritualidad. La
Eucaristía como centro de nuestra fe y la Lectio Divina , la
lectura de la Palabra
de Dios, que nos guia y alimenta. Descubrimos, los misioneros, que sin oración
no hay misión. “Nadie da lo que no tiene”.
Rezamos y ponemos en manos de Jesús,
misionero del Padre, la posibilidad de realizar, en un corto plazo, el
Encuentro Nacional de Grupos Misioneros, aprovechando el entusiasmo y la
riqueza que quedaron de manifiesto en el pasado Congreso Misionero Nacional
para los equipos diocesanos de misión.Obviamente, apuntamos a algo más abierto
y participativo, remarcando, entre todos, la necesidad de apoyo de los
consagrados y el Pueblo de Dios.
Desde ya, agradecer la disponibilidad y el
tiempo dedicado por los integrantes del equipo nacional de Grupos misioneros
que llevaron adelante la organización del encuentro. La presencia del P. Abel
Iglesias Cortina, secretario nacional de la Propagación de la fe,
su acompañamiento y labor. Por supuesto, el agradecimiento a los que desde las
distintas diócesis, a pesar de las distancias, hicieron presente las ganas y la
necesidad de todos los hermanos de recibir al Autor de la Vida.
Que sea el comienzo de una fuerza misionera
mayor. Vivamos el lema escogido: activarnos en la oración, sin perder la
contemplación en el trabajo.
P. Dante De Sanzzi (Dir. OMP)
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