El aprendizaje de la Sabiduría


En el capítulo 6 del libro del Eclesiástico, en el Antiguo Testamento, el autor aconseja a los jóvenes “recibir una sana doctrina, así, envejeciendo, encontrarán sabiduría” ( Ecl 6, 18 ).

Sin duda la sabiduría viene de Dios. Y todo aprendizaje, sea cual fuere, es don de Dios. El Señor también infunde esa sabiduría a algunos elegidos, como los que practican la docencia, para poder trasladarla a los demás.

Es una vocación de servicio. Se debe practicar con alegría y generosidad. Se sabe y se reconoce las necesidades básicas que no pueden faltar para una vida digna, pero llevar ya en este tiempo más de quince días sin dictar clases en varios puntos de nuestra sociedad, suena a que algo no está funcionando, mínimamente, bien.

Siempre caemos en lo mismo: fallan las formas. Puedo y debo ser firme en las convicciones, en lo que creo y tengo que defender, pero fallamos en la caridad.

Pensar en la cantidad de chicos que quedan sin la enseñanza de esos días, el drama de los padres que no saben como contenerlos y a quien derivarlos, los comedores, hoy tan indispensables, quedan cerrados.

La clase política sigue a la deriva, discutiendo intereses que les conviene, sin solucionar el conflicto. Y profesionales de la educación que protestan pero en algunas oportunidades, no sin violencia.

Entender que estamos en este mundo para una misión. Todos, sin excepción. ¿Qué herencia estamos dejando? ¿Cuál es el futuro de estos chicos y jóvenes?

Feliz el hombre que se ejercita en la sabiduría, y el que reflexiona inteligentemente ( cfr. Ecl 14, 20 ). Pensemos si lo estamos aplicando.
 
@ompargentina

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