Un punto
fundamental para el éxito en la evangelización, es reconciliarse consigo mismo.
En el
hombre habitan los polos opuestos de querer estar en paz y a la vez el espíritu
de división, esto como tentación, que nos provoca cierto malestar y desgaste.
Es clave
vivir a diario el Evangelio. Es comprender y creer en el Dios revelado por
Jesucristo dejando de lado otros dioses. Nada hay más claro y seguro en nuestra
vida que la decidida opción por una forma y estilo de vida conforme al
Evangelio.
Si buscamos
en el Evangelio la misión de los apóstoles, encontraremos lo que buscamos:
nuestra norma de vida.
Estamos
inquietos y nos cansamos de seguir buscando afanosamente soluciones a los
problemas fuera de la ley del Señor, y el Evangelio nos enseña algo primordial
y no tan difícil de llevar a cabo: vivir en paz y fraternalmente,
fundamentalmente realizando buenas obras más que utilizando tantas palabras.
Escuchar
para realizar. El apóstol Santiago nos dice que “saber es sobre todo hacer,
poner en práctica la Palabra” ( cf. Sant. 1,22 ).
La paz, la
fraternidad, más que un programa tiene que ser un hecho. En nuestros días es
fácil encontrar a tantos que hablan tanto y no se les entiende nada; es más, no
se cae una idea acorde al Evangelio. Entonces comencemos nuestra misión en paz
y transmitirla a los hermanos. Todo irá mejor.
P. Dante De Sanzzi
Obras Misionales Pontificias
@ompargentina
Comentarios
Publicar un comentario