Comenzamos
un nuevo año y en este primer mes el Papa Francisco nos propone rezar “para que
este año dedicado a la vida consagrada, los religiosos y religiosas redescubran
la alegría de seguir a Cristo y se dediquen con celo al servicio de los
pobres”.
Esta
intención para este mes es esencialmente por las misiones. Los consagrados en
general deben descubrir que la Iglesia es misionera por naturaleza. Y que el
seguimiento a Jesús y el servicio hacia los pobres y desamparados es la tarea
primordial por la cual Dios llamó a algunos a seguirlo con más dedicación y
fervor.
También en
el primer día del año celebramos la Jornada Mundial por la Paz. Pedimos esta
paz para todo el año. Sabemos que es largo y no conocemos los designios de
Dios, pero se nos propone algo que no podemos dejar pasar de largo: vivir como
hermanos y no ver en el otro un esclavo. Pedido del Santo Padre para que nos
encontremos unidos y no solamente juntos.
En el
primer día del año, la Iglesia celebra a María como Madre de Dios. Solemnidad para comenzar a transitar los doce
meses poniendo nuestras vidas bajo el manto protector de aquella que supo decir
que sí al llamado y al anuncio del ángel.
Aquí
tenemos el mejor ejemplo de vida consagrada: María y su sí con alegría.
Sabiendo que la vida no nos ahorra dificultades. Pero con la certeza de la
compañía del Dios hecho hombre que no abandona ni defrauda.
Caminemos
juntos a la luz de la fe. Que el Señor Jesús y María Virgen nos animen y
sostengan en la misión que tenemos todos: laicos y consagrados.
Que podamos
edificar un mundo mejor.
P. Dante De Sanzzi
@ompargentina
Comentarios
Publicar un comentario