En este
mes, el Papa Francisco pide en su intención misionera, que se reconozca el rol
de la mujer en la vida de la
Iglesia. Y en este día se conmemora a todas las mujeres y su
tarea diaria. Dentro y fuera de las comunidades cristianas. El papel de madre,
de trabajadora, en la acción social y cultural. En lo cotidiano, en las luchas,
alegrías y tristezas que tiene todo ser humano.
Estamos
ante una sociedad que tiende al olvido. En las pequeñas cosas de todos los días
se manifiesta la mano de Dios. Y valoramos, en todo aspecto, la figura de la
mujer.
“Hombre y
mujer los creó” dice el texto bíblico al principio de la creación. Y los
bendijo, y los envió a dar vida, a multiplicarse, a vivir en comunión. Uno no
es más grande que el otro. Es el ser humano, criatura de Dios. Y dentro de todo
lo creado, el Señor crea el ser que puede dar vida, amamantar, criar, formar,
acompañar; es la sensibilidad que necesita hoy el mundo.
Damos
gracias a Dios por la vida. Él la da y Él la quita. Pero en medio está la
mujer, que Dios pide acompañen para seguir creando juntos, dando aliento de
vida.
Las
honramos y veneramos de manera especial a la Elegida , la Santísima Virgen.
Conocedora de sufrimientos e ingratitudes, de dolor y de cruces. A sus pies
ponemos las intenciones de todas las mujeres. Creyentes o no, son amadas de
Dios. Que sientan, ante las dificultades de la vida diaria, ese soplo, esa
brisa, esa caricia, de un Dios que es Padre y Madre a la vez.
P. Dante De Sanzzi
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