Semana Santa 2015

Con el Domingo de Ramos de la Pasión del Señor comenzamos a vivir la semana más fuerte del cristianismo. Es en conjunto la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo.
Se mezclan muchas sensaciones en estos días. Vemos como la población de Jerusalén aclama la llegada del Salvador: “Bendito el que viene en nombre del Señor”; pasamos a descubrir los días siguientes que se va preparando la emboscada para eliminar al mismo que se aclama. De la algarabía a la difamación ¡ Como puede cambiar la mente y el corazón humano! Por algo se dice que solo Dios lo entiende.

Jesús asumirá la cruz y la muerte por nuestra salvación y redención. Previamente nos deja el sacramento de la Eucaristía por medio de sus discípulos en la Última Cena; el sacerdocio sacramental que les da a ellos mismos ese día; su muerte injusta para que adoremos la cruz y tomemos la nuestra cada jornada; el sábado en el sepulcro, en silencio, a la expectativa, los que en Él creían, por lo que va a ocurrir; y finalmente cumple la promesa: “Yo soy la Vida”, y el Señor resucitó.



Pascua es “paso”, ese paso de la muerte a la verdadera vida, la plenitud, la felicidad eterna.
“El amor de Cristo nos apremia” decía San Pablo (2 Cor. 5-14); Cristo murió por todos, por toda la humanidad y en nombre de todos. Pero lo que ante Dios vale en esta muerte es la obediencia de amor, que hace patente una vida entregada.
Así es la vida de la misión, la vida que vivió y entregó el misionero del Padre, Jesús, porque quizo, ya que nadie se la quitó. Y vive para siempre.
Que sea una feliz Pascua, con fuerza y alegría en el servicio. Con generosidad y tranquilidad. Que nuestra celebración no sea en vano.

Feliz Pascua de Resurrección.

Pbro. Dante De Sanzzi (Director de OMP Argentina)

Comentarios