Un mensaje con la mirada puesta hacia el futuro

49º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Un mensaje con la mirada puesta hacia el futuro

El mensaje del Papa Francisco para la 49º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales tiene como punto de referencia el tema de la familia. En rigor, esta cuestión ya había sido abordada por el Beato Papa Pablo VI en su mensaje de 1969 y por San Juan Pablo II en la 38º Jornada de las Comunicaciones del 2004, pero con perspectivas diferentes. En los mensajes precedentes, los Papas habían querido llamar la atención sobre la influencia de los medios masivos en la vida familiar y cómo establecer un proceso de educación,  diálogo y mayor presencia para que tal influencia sea positiva.

En cambio, Francisco parece invertir el proceso. A simple vista uno podría confundirse y preguntarse qué tienen que ver las características particulares de la comunicación interpersonal en la familia con los medios de comunicación. Sin embargo, leyendo atentamente, uno puede descubrir que el último párrafo del mensaje da sentido a toda la reflexión. Dice el Papa al concluir el texto y refiriéndose a la familia: “no luchamos para defender el pasado, sino que trabajamos con paciencia y confianza, en todos los ambientes en que vivimos cotidianamente, para construir el futuro”.  Así, pareciera que el Santo Padre no se preocupa tanto de cómo los medios y la tecnología afectará la familia, sino de cómo los valores aprendidos en la escuela de la familia podrán transformar la comunicación haciéndola más humana.

El Papa no se detiene en hacer un análisis de las modernas estructuras comunicacionales que influyen en la sociedad porque, fiel a su pensamiento, lo importante para él es transformar el corazón, encarnar actitudes, que son las que en definitiva modificarán las estructuras positiva o negativamente. Por eso muestra cómo “la familia es el primer lugar donde aprendemos a comunicar”, desde el seno materno, pasando por la convivencia en la diferencia, el vínculo que fundamenta la palabra, la oración, el descubrimiento y construcción de proximidad, la experiencia de los límites propios y ajenos y la dinámica del perdón.


“Un niño que aprende en la familia a escuchar a los demás, a hablar de modo respetuoso, expresando su propio punto de vista sin negar el de los demás, será un constructor de diálogo y reconciliación en la sociedad”, dice Francisco. Claramente, el Papa nos invita a ser constructores del futuro, no busca hacer un diagnóstico sobre la familia y los medios de comunicación que, por cierto, abundan. Nos está diciendo que los comunicadores de mañana, los que manejen los medios, produzcan los contenidos o utilicen la tecnología, son los niños de hoy, los que están creciendo en nuestras comunidades, los que están cursando desde su concepción esta escuela de humanidad y fe que es toda familia. Agrega el Papa:  “La familia, en conclusión, no es un campo en el que se comunican opiniones, o un terreno en el que se combaten batallas ideológicas, sino un ambiente en el que se aprende a comunicar en la proximidad y un sujeto que comunica, una «comunidad comunicante».

El mensaje del Papa busca llegar a los protagonistas de los medios de comunicación masiva, porque ellos también son parte de una familia, y a todos, porque en nuestras familias se están formando los que en el futuro serán los responsables de los medios de comunicación y de utilizar la tecnología. “También en este campo, los padres son los primeros educadores. Pero no hay que dejarlos solos; la comunidad cristiana está llamada a ayudarles para vivir en el mundo de la comunicación según los criterios de la dignidad de la persona humana y del bien común”.

Nos viene muy bien, en el mundo de la comunicación y la misión, el aporte que nos hace el Santo Padre, porque nos invita a tener una mirada más profunda, levantando la vista hacia el futuro. Nos hace redescubrir que la familia no es producto pasivo del devenir tecnológico comunicacional sino que su misión es ser activa formadora de las capacidades comunicacionales de la sociedad mediada por la tecnología.  
P. Pedro Brassesco  
@pedrobrassesco

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