El Santo
Padre nos sugiere, en este mes, rezar “por los catequistas, que vivan con
coherencia el mensaje que predican”.
Sin dudas,
en este tiempo la Iglesia
pregona una catequesis misionera. Una catequesis en salida sin esperar que
acerquen a los catecúmenos a las parroquias, sino en ir a buscarlos.
Un
catequista evangelizador es aquel que lleva con alegría y constancia la
enseñanza, un testimonio de vida acorde a lo que predica, una pureza de
costumbres, una familia bien constituida, una persona de Iglesia, que recibe
los sacramentos y los da a conocer con sensatez.
Es
importante esta tarea. Todo misionero es un catequista del Señor. Y el que
realiza esta labor en la comunidad parroquial, no puede separarse de la misión
de Cristo.
“Con
oportunidad o sin ella, exhorta, predica, enseña, corrige”, le manifestaba el
apóstol Pablo a su discípulo Timoteo. Así debe ser la catequesis misionera y la
vida del evangelizador: dar y darse. Es vivir coherentemente lo que predicamos.
P. Dante De
Sanzzi
@ompargentina
Comentarios
Publicar un comentario