En este
último mes del año, el Papa nos sugiere rezar “para que las familias, en
particular las que sufren, encuentren en el nacimiento de Jesús un signo de
esperanza”.
Estamos
cercanos a la fiesta de la
Navidad , y los misioneros debemos rezar por toda la
humanidad, para que el Hijo de Dios hecho hombre pueda estar presente en cada
familia, en cada hogar.
El Papa
Francisco eligió esta intención culminando el mes, pensando en especial por
aquellas familias que sufren. El sufrimiento se da en diversas formas: rotura
entre los mismos miembros de una familia, divisiones, enfermedades, pérdida de
algún ser querido, pobreza, etc. Y estas cosas que se pueden vivir a diario son
las que alejan de Dios, cuando en realidad deben acercarlas.
Que el niño
Dios sea motivo de esperanza y alegría. Y por supuesto, también, de unión.
Jesús hace milagros y desea que todos los hombres se salven y lleguen al
conocimiento de la verdad.
Como
misioneros misericordiosos del Padre, acompañemos en esta intención al Sumo
Pontífice que tanto hace y reza por la unidad de la familia y sus miembros.
Culminado en este año el Sinodo en Roma, y revalorizando la vida familiar,
pidamos en nuestra oración cotidiana por nuestros familiares y de manera
especial por los que sufren. Que encuentren en Cristo, misionero del Padre, el
sentido de sus vidas y la alegría de seguir adelante.
Pbro. Dante
De Sanzzi
@ompargentina
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