En este mes, el Papa Francisco nos invita a rezar por los cristianos
perseguidos. En todo el mundo, lamentablemente, seguimos descubriendo hermanos
que no pueden manifestar libremente su fe.
Y para esto necesitan fuerza. Esa fuerza que da el Espíritu y viene de
lo alto, para sostenerse y seguir testimoniando la presencia de Dios en sus
vidas y mostrar que el Señor es el único que puede salvar.
Pedimos al Padre el don de la fortaleza para no caer. Reforzando la
oración, arma fundamental para combatir el mal. Seguramente se gana y se logra
más adorando que peleando. Esto debe saberlo el verdadero misionero, no el que
se hace llamar “misionero” sino el que realmente lo es.
Que en la debilidad del perseguido, encarcelado o burlado a causa de
la fe, se sienta acompañado por nuestra oración en este tiempo de cuaresma.
Haciendo algún acto de misericordia y ofrecimiento por aquellos que en lejanas
tierras o muy cerca nuestro tienen la dificultad de transmitir la Buena Noticia que es
Jesús. Acompañemos con nuestra entrega diaria de oración y generosidad de
espíritu.
Pbro. Dante De Sanzzi
@ompargentina
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